domingo, 30 de octubre de 2016

Reseña Histórica.


                                                                                              

Reseña



La literatura panameña, como ocurre también con la de los otros países, está formada por el conjunto de obras publicadas a lo largo de la historia nacional. En estricto sentido, y apegándonos a criterios de idiosincrasia, identidad cultural y geografía, nuestra literatura se inicia durante la época de la colonia (1502 - 1821), como es el caso de todas las naciones latinoamericanas. Algunos historiadores consideran que incluso las llamadas "Cartas de relación" de los colonizadores españoles (y portugueses, en Brasil) que se refieren entre otras cosas a la flora, fauna, costumbres aborígenes y demás características de los territorios de América, forman parte fundacional de cada una de nuestras literaturas; para otros, las etnias que tenían una tradición oral antes de la llegada de los europeos, y que en algunos casos fue recopilada por cronistas y frailes cultos, y traducida al español -la literatura prehispánica de México es un ejemplo singular y trascendente-, representan el origen más remoto de lo que habría de ser, mucho después, una auténtica creación de textos con intención testimonial o interpretativa que aspira, a ser arte. Así, hay historias literarias que empiezan con alusiones y fragmentos de textos escritos por los "Cronistas de Indias" y otras que, por habérsela conservado y por su evidente valor cultural, lo hacen con muestras y comentarios de lo que ha dado en llamarse literatura "prehispánica".
                                                                                        
                                                                            
En lo que se refiere a Panamá, el Prof. Ismael García S, en su libro Historia de la literatura panameña (1964), comenta: "Tres grandes etapas se suceden en la historia del Istmo de Panamá. La primera corresponde a la dominación española, desde la llegada de Rodrigo Galván de Bastidas en 1501, hasta la proclamación de nuestra independencia en 1821. En este largo período, el cultivo de los quehaceres espirituales es casi nulo y los frutos literarios no pasan de intentos desafortunados de quienes sienten el ímpetu irrefrenable que los empuja a la creación literaria.
Señala, por otra parte, el historiador Rodrigo Miró, en su libro Itinerario de la poesía en Panamá (1973), que "el estudio de los periódicos panameños de principios del siglo XIX empieza a despejarnos el panorama que se abre con la transformación política de 1821, cuando se inicia también nuestro empleo de la imprenta.


Escritores que destacaron posteriormente -hacia fines del siglo XIX varios, y otros también a principios de la República- fueron: Darío Herrera (1870-1914), Salomón Ponce Aguilera (1868-1945), Simón Rivas (1867-1914), Adolfo García (1872-1900), León A. Soto (1874-1902), Guillermo Andreve (1879-1940) y Nicole Garay (1873-1928). Todos ellos forman la primera línea modernista. Cabe destacar que Herrera es el primer panameño que publica un libro de cuentos: Horas lejanas (Buenos Aires, 1903), elogiado por la crítica de la época, si bien Ponce Aguilera es considerado como el primero que publica cuentos en periódicos y revistas, sobre todo en (cuentos que nunca fueron recogidos en libro).Y que Andreve, hombre de letras muy completo, gran promotor cultural, periodista y político, creó la revista literaria más importante de la época, en la que publica toda la generación modernistas: "El Heraldo del Istmo" (1904-1906).                                                                                               

                                                                          

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